11 de agosto de 2010

Conversemos de Bullying: ¿estamos ajenos como colegio?

El tema pareciera estar sobre expuesto, agotado, casi pasado de moda. Incluso para los niños que saben a qué nos referimos con este término anglosajón equivalente a hostigamiento escolar. Pero vale hacerse la pregunta: ¿lo hemos conversado a fondo en el particular contexto de nuestro colegio? Como comunidad epullaína, ¿nos hemos hecho cargo de un problema que, justamente descansa en la ley del silencio y la incomodidad institucional?
Hace cerca de dos meses, la Universidad Católica organizó un seminario con especialistas para tratar este tema (a la cual asistió Andrés Wiche), cuyo encabezado ya anunciaba la superación del hasta ahora mediático tratamiento: ¿Es el bullying el problema?.
Uno de los tópicos se centraba en la premisa de que un sistema abusivo se sostiene principalmente por la ya mencionada ley del silencio, en este caso principalmente por los compañeros de curso. “La única forma que nos puede ayudar a que estos terceros se empoderen y tengan una fortaleza mayor es poder abrirse a las redes de apoyo que en este caso son los padres, las familias y los operadores sociales” se argumentó. Eso sólo puede ocurrir en un contexto de confianza, que genere espacios para las prácticas apropiadas, donde todos y cada uno de los niños se sientan bienvenidos y bien tratados.
Podemos estar tranquilos de que el Epullay tiene dentro de sus premisas el eje formativo de educación socio-afectiva, pilar de la buena convivencia y la resolución pacífica de conflictos. Sin embargo no podemos negar la existencia de casos concretos detectados de abuso sistemático, que justamente pone a prueba lo anterior. Conjuntamente por la preocupación por cómo van vestidos y presentados los niños al colegio, no debemos perder de vista el si se tratan o no respetuosamente entre ellos.
Pasa en general en los colegios enfrentados a una situación de bullying que tratan de bajarle el perfil a lo que está pasando y de recuperar la normalidad lo antes posible. Según los especialistas, ese camino atenta contra la resolución de los problemas de violencia dentro de los colegios.
Por otro lado, cuando la familia defiende tan herméticamente su privacidad sin abrirse a una comunidad que comparte los mismos problemas, también se condena a replicar incansablemente las prácticas que quisiera desterrar, tanto de matonaje como de victimización.
El enfrentar de manera efectiva estos temas requiere de un largo proceso que pasa necesariamente por asegurar cierta coherencia entre nuestras prácticas cotidianas y el marco que se dispone el proyecto educativo que hemos elegido.
Partamos por opinar en este espacio del blog y luego conversarlo este viernes 13 de agosto, de 8:30-9:30 en un nuevo Desayuno temático (Sala de reuniones segundo piso - Inscripciones con Cristina en secretaría o a mail@epullay.cl - Cupos limitados).

34 comentarios:

Anónimo dijo...

Que importante tema. Ojalá puediesemos descubrir con esta conversación que el colegio tiene una visión abierta, consiste y firme respecto a este tema que busque erradicar este tipo de problemáticas. Sin lugar a dudas más importante aún es lo que hacemos como papás al respecto..a estar alertas para no descubrir de un día para otro que nuestros niños se han convertido en victima o victimario.
En nuestro caso, nuestro hijo pasó por una experiencia desagradable en el colegio que si bien no alcanzó grandes proporciones le causó un malestar a él y obviamente a nosotros. Puedo dar testimonio que el menos en este caso los profesores reaccionaron y nos apoyaron para superar el tema evitando que la situación se complicara, obviamente fue labor nuestra como papás "presionar" para que así fuera.

Ojalá puedan compartir por esta vía con los que no pudimos asistir al desayuno las principales conclusiones alcanzadas,

Saludos
Roxana

Anónimo dijo...

Me enteré hace poco que en el taller de fútbol de los más chicos en el colegio se ha tenido por tiempo la costumbre de que cuando un niño está de cumpleaños, el profesor lo afirma entre las piernas mientras el resto de los participantes pasa pegándole una patada por detrás, al parecer a manera de "celebrar" el evento.

En el bullying existen tres actores: víctima, victimario(s) y los otros. Forman un triángulo en el que todos alimentan la agresión sistemática y tienen algún rol y responsabilidad en lo que ocurre.

Me pregunto qué posibilidad tiene un niño de 7 a 9 años (víctima), de decir que eso no le gusta y negarse, cuando el adulto a cargo no sólo permite, sino que participa en forma activa en la agresión, sobretodo en el contexto deportivo masculino, donde posiblemente un llanto o negación podrían ser considerados como señal de ser "poco hombre" o similares. Por lo demás, ¿qué aprende el que fue agredido? ¿A poner cara de pasarlo bien mientras le pegan, a que la próxima vez se desquitará, a aguantar?

¿Qué posibilidad tiene uno de los demás niños (los otros) de denunciar este hecho, si su profesor lo avala explícitamente y si además es una costumbre, y por otro lado son invitados a ser no solamente parte del grupo de los que observan, sino además del de los que agreden?

Si bien en la costumbre mencionada no habría una situación específica de bullying, puesto que el rol de víctima es "democráticamente" rotativo según calendario de cumpleaños, creo que hacerse algunas preguntas al respecto nos puede ayudar a reflexionar acerca de cómo no solamente evitamos el hostigamiento, sino acerca de la generación ambientes limpios en términos de relaciones, más amabales para nuestros niños.

Creo que el respecto por la integridad del otro y la búsqueda del bienestar psicoafectivo de los niños debería guiar el comportamiento de los adultos a cargo, tanto padres como profesores.

Saludos,

Pablo Torrealba

CEPACE dijo...

Estimado Pablo
Tu denuncia es seria, y quisiéramos que nos contaras todos los detalles en tu conocimiento antes de tomar cualquier acción. Te pido que te comuniques con nosotros a la brevedad: gvaldese@gmail.com
Saludos

Gabriel Valdés
Vicepresidente CEPACE

pdiazr@fundacion-equitas.org dijo...

Gracias Pablo por abrir el debate. Me sorprendió también esta costumbre que se arrastra hace algunos años sin que nos enteráramos, aparentemente común en otras escuelas de fútbol. Se acerca un poco a los ritos de paso denunciados por los jóvenes que entran al servicio militar o de algunos grupos scouts -recordarán el episodio Bañara en Viña- siempre revestidos de una mal entendida masculinidad que transforma en valiente al que soporta la humillación y se calla y que no da oportunidad a quienes deben participar de cuestionar o negarse sin traicionar la confianza de su grupo. Se construye así una pertenencia basada en la complicidad y "la obediencia debida" que tantos problemas nos ha traído como sociedad. Valores como la solidaridad, la empatía, el respeto por el otro y la libertad de conciencia -parte del ideario que entiendo compartimos como comunidad escolar- quedan tensionados por este tipo de episodios que no sólo afectan a la víctima ocasional, también a quienes se ven expuestos a abusar en un marco festivo y con la aprobación del adulto a cargo. Creo que es una buena oportunidad para que como colegio usemos esta situación puntual para reflexionar en conjunto sobre la consistencia de nuestros discursos y nuestras prácticas en los diversos espacios formativos. Los mensajes que se entregan en el salón y en la casa no deberían contradecirse en la cancha ni en los patios, al menos no con la venia de quienes somos responsables de guiar a nuestros hijos.
Saludos cordiales,
Pamela

Consuelo dijo...

Yo estuve este viernes, al final de la clase cuando se realizó el "rito". Traté de comunicar a la directora de ciclo básico lo que vi, pero no me recibió y me derivó a hablar con el profesor involucrado y el coordinador de deportes...
Pensé que las autoridades del colegio estarían inetresadas en conocer los detalles de este lamentable episodio, que dejó muy afectado al cumpleañero y también a otros, como mi hijo(7). Quien se sintió obligado a pegarle una patada a su mejor amigo, además de verlo humillado. Impotencia y sobretodo, desasón, es la sensación que tengo desde el viernes.

Consuelo Oltra

Anónimo dijo...

La verdad es que a mi el tema me tiene muy angustiada y con una pena muy grande y profunda.
Pena por los niños que se dejan llevar por un adulto con mucha falta de criterio y espiritu educacional sin ser capaces, por su edad, de frenar una accion tan agresiva y humillante.
Pena por los niños que sienten que para celebrar su cumpleaños deben recibir patadas de todos sus amigos.
Pena por que existan adultos y educadores tan desenfocados y que aun no entienden lo que es el bullyng y las acciones que lo validan.
Personalmente me parece el caso mas grave que me ha tocado conocer en el colegio porque a diferencia de los otros, aqui esta la participacion activa de un adulto conciente de sus acciones y consecuencias, un profesor que educa la agresividad!
Al menos yo no me quedo tranquila con que ese profesor ya no haga mas el "rito" porque pienso que alguien que hace eso definitivamente no tiene el criterio basico para enseñar a armar un equipo de futbol ni a celebrar la vida.
Espero que el colegio tome las medidas que esperamos y trabajemos en conjunto en una verdadera educacion para la vida.
Es importante que estos temas se denuncien, es la unica manera de formar un mundo mejor y eso es responsabilidad de cada uno de nosotros.
Sigo con una pena profunda...y en espera de una reaccion y accion de la direccion del colegio.
Alejandra Canessa

Ibin Silva dijo...

Es una pena que haya tenido que ocurrir algo así para que hablemos de este tema.
Me parece inaceptable que un profesor no sólo avale la agresión hacia un niño sino que también la practique.
No quiero repetirme en lo que tan bien ya plantearon los comentarios anteriores, pero sí quiero dejar algunas interrogantes:
¿Qué ha hecho la dirección del colegio para resolver este problema?
¿En caso de que, a pesar de lo ocurrido, el profesor siga a cargo de la academia de futbol, se piensa hablar con todos los involucrados: victima, victimario y “cómplices”?
¿Cuál es el mensaje para la víctima?
¿Qué le dicen al niño que se sintió obligado a pegarle a su amigo?
¿Qué le dicen al niño que quizás disfrutó pegándole a otro, más aún sintiéndose protegido por el mandato del profesor?
Que yo sepa hasta ahora no se ha conversado con todos. Me parece muy importante que el tema no se resuelva sólo con una disculpa del profesor hacia el niño que fue víctima. Creo necesario que se hable con todos los involucrados, con una buena estrategia, quizás propuesta por la sicóloga del colegio, explicando el error que cometió el profesor y comprometiéndose a velar por que ellos nunca más sean expuestos a este tipo de conducta tan contraria a todo lo que uno cree que postula el colegio.
Me parece que esa es la única forma de que los niños (todos) logren cerrar este capítulo que les ha dado mensajes tan ambiguos sobre los valores que queremos enseñarles los adultos.
Ibin Silva

nora dijo...

En lo personal me siento muy identificada con lo que cada uno de ustedes dice aquí, me parece que, más allá de las acciones que el colegio y su dirección decidan tomar, es muy necesario enfocarnos en la forma como los niños puedan re-significar los hechos, idealmente mediante una intervención de la psicóloga, de dicho modo podríamos ayudarlos a no sentir que la violencia es un medio válido para expresar la felicidad que debiese provocar el cumpleaños de un amigo, o cualquier otra instancia. No sería bueno que gracias a este recuerdo los pequeños obtengan como aprendizaje que el fútbol se puede celebrar con violencia.
Nora.

Los ex Sanchez ibañez dijo...

Me conmueve sentir el apoyo,
Les quiero contar lo vivido por mi hijo, el día de su cumpleaños número 8.



El jueves pasado, se levantó y lo primero que me dijo fue:" mamá, que suerte que hoy es mi cumple y más encima me toca fútbol"...

Cuando lo fui a buscar después de la academia, me abrazó llorando con mucha angustia. No lograba calmarlo. Por un rato no pudo hablarme. Luego me dijo q le habían pegado patadas y que no le había gustado… De acuerdo a lo que él me contó, el profesor le puso la cabeza entre sus piernas afirmándolo con fuerza (Tomás, expresó verbalmente que NO quería ) pero obviamente le fue imposible soltarse.
Luego el entrenador, animó a los niños a pegarle una patada uno por uno....algunos de forma suave, otros con toda la fuerza, otros dibujando un círculo en el trasero de mi hijo.
Cuando terminó la larga fila de los chicos. Llamó a los niños más grandes para que afirmaran a Tomás y así poder pegarle él. Los grandes lo tiraron al suelo y lo dejaron mientras, Tomás asustado, trataba de escapar creyendo que el profesor realmente le iba a pegar, porque decía: “ y ahora me toca esta a mi…” lo que para su alivio, no pasó.

Después de lograr que mi hijo se calmara un poco, fui a pedirle explicaciones al profesor. Su respuesta fue que los niños necesitan sentirse compenetrados en el equipo y aprender a recibir golpes... que esto se hacía hace 5 años.


Me encontré con un grupo de niños de unos 12 años. Les pregunte si les había pasado algo así antes... Respondieron a coro q si. Y si les gustaba: todos gritaron a coro que NO (menos 2 niños q dijeron q les daba lo mismo)
Luego les pregunte por q nunca habían dicho nada...... Silencio absoluto...

Los ex Sanchez ibañez dijo...

Pedí reunión con Marcela Encalada, directora de Ciclo Básico, ella me contó q averiguo q este tipo de ritos se hacen para q los niños agachen la cabeza en señal de humildad y entiendan q son todos iguales (ella me hizo saber que no está de acuerdo con estas prácticas, pero: “son cosas que pasan” )...A lo q yo le respondí q claramente no eran todos iguales ya q un adulto , autoridad, fue el que dirigió el rito.
Finalmente la solución que se medió fue: q este rito no se volvería a repetir en el colegio y q ella junto al profesor le pedirían perdón a Tomás y lo invitarían a no salirse de fútbol. Efectivamente se acercaron a él en el recreo y hoy mi hijo no se quiere salir de fútbol porque: “Bernardo le daría mucha pena si no siguiera en el taller”. Estoy tratando que no se deje manipular y entienda que tiene que hacer las cosas por lo que el siente, no por la manipulación de un adulto.




Después de contarle lo que pasó les voy a hablar de mi sentimientos después de la experiencia que estamos viviendo como familia.

Hubo varias cosas q me partieron el alma. Cerrar los ojos e imaginar a mi hijo tratando de defenderse.Escuchar a mi hijo contarle a su papá lo mal que lo pasó el día de su cumpleaños.Escuchar a Tomás decirme que nunca hubiera querido estar de cumpleaños ese día. Y cuando me preguntó como podíamos hacer para cambiar el día de su cumpleaños …


Siento q todo lo q le hemos enseñado a Tomás sobre el respeto a si mismo y a los que lo rodean está dando sus frutos. Estoy orgullosa de tener un hijo q fue capaz de expresar que no le gustó y q entendía q no era correcto..

A pesar de q no pudo defenderse, empatizamos con él diciéndole q probablemente si nos hubiera pasado a nosotros a esa edad, tampoco podríamos haber manejado la situación con más determinación. Pero q hoy y siempre podía contar con q sus papás lo defenderían. Le quedó muy claro lo importante de comunicar LO QUE SEA QUE LE HAGA UN ADULTO SIN SU CONSENTIMIENTO !!!

La verdad es q no pensaba exponer el tema, pensando en respetar la privacidad de mi hijo, pero me parece que lo correcto es que se conozcan los hechos como fueron.



Aun no sabemos si dejar que Tomás vuelva a fútbol ( a pesar q le encanta y quiere volver..."pero acuerdate mamá de q si es mi cumpleaños no voy a ir").

Tengo demasiados sentimientos encontrados y una profunda pena por que esta experiencia le tocara a mi hijo y espero que nunca vuelva a pasar.



Saludos

Loreto Ibañez

JB2 dijo...

Recibí una invitación a participar y la agradezco. Es un tema que por muy hablado que esté no deja de estar vigente. Mi familia es nueva en Epullay y en el corto tiempo que llevamos ya tengo una hija que ha estado expuesta al bulling por parte de otros alumnos. Afortunadamente no en forma de agresión física, sino más bien en forma de burla intencionada, por un grupo de muchachos que la espera a la salida. No es para armar un escándalo, pero si cabe accionar para detenerlo. Del grupo, mi hija sólo ha reconocido al chico que aparentemente lo lideraba (no va a lugar dar nombres aquí, sería una violación de privacidad), al que al parecer ya le hablaron y ha cesado, aunque los otros aún no.

Creo que el proceso de educación no sólo debe enfocarse al como enfrentar un hostigamiento, lo que muy bien es mencionado en otros comentarios, sino también a prevenirlo, y un ingrediente primordial es crear conciencia entre los potenciales victimarios; digamos, entre todos los chicos, ya que casi cualquier niño, dadas las circunstancias que lo pavimenten, podría convertirse en victimario. Parte de este enfoque debe considerar las dinámicas de grupo: desgraciadamente, la conciencia individual tiende a fundirse hasta desaparecer en la dinámica de grupo. Todos los chicos deberían ser expuestos, mediante el diálogo tanto en familia como en la sala de clases, a ponerse en el lugar de la víctima, de su temor, de su ridículo, del silencio que duele, de la impotencia de esos momentos. Esto le haría particularmente bien a los chicos “populares”, que por lo mismo pueden llevar a otros a seguirlos. También creo que es necesario fortalecer la capacidad de discrepancia de los niños, saber decir que “no” cuando se lo invita a participar en algo que no va con el dictado de su conciencia, a discrepar sin tener que pelear o discutir mucho. A usar conceptos como el de que hacer consciente a un amigo de que está obrando mal es un acto de amistad y no de rivalidad (“si no sintiera nada por ti, me daría lo mismo quedarme callado, pero como eres mi amigo y te aprecio, tengo que decírtelo”). El juego individuo-grupo es primordial a una cierta edad, y tiende a darse sin guía de los adultos. Tal vez se podría explorar el concepto de mentor o mentores informales para ir entregando luces en estos temas.

-- Jorge

Anónimo dijo...

La verdad es que ya esta casi todo dicho,pero solo me queda por comentar que no estan los tiempos para malas practicas ya que hoy en dia todo se puede mal interpretar.
No podemos permitir que incluso habiendo una campaña a nivel nacional para la buena convivencia en los colegios un profesor avale un acto de este tipo.
espero...ya que quiero mucho a este colegio....que la directiva tome cartas en el asunto....quiero creer que estamos en un establecimiento que velara a toda costa por el NO abuso de ningun tipo,menos avalado por una imagen que se supone da el ejemplo.

Beatriz Gac

Paola Ferraris dijo...

He quedado impresionada con los hechos, y de acuerdo totalmente con los comentarios...Sólo de imaginar lo que sintió Tomás me da impotencia, sobretodo porque los niños no se olvidan de este tipo de hechos. Tengo la experiencia con mi hijo, que sufrió un episodio complicado para él a los 7 años, y no ha podido superarlo.

Como es posible que como familia y colegio nos esforcemos para crear valores en nuestros hijos, y que suceda un hecho tan reñido con los de respeto y cariño por los demás, por sus amigos y compañeros.

Confío plenamente en una respuesta de parte del colegio para quedarnos tranquilos como padres.

Muchos saludos a todos

Melissa Ferraris

Anónimo dijo...

Como decia la Loreto, como familia estamos con demasiados sentimientos encontrados y con una profunda pena por lo que le toco al Tomas vivir.
Esperamos, y estaremos atentos, como se nos aseguro en el Colegio, que se tomarian todas las medidas necesarias para que esto jamas vuelva a ocurrir.
rodrigo sanchez

Anónimo dijo...

Que lamentable lo que vivió Tomás, quien hoy es voz de muchos otros que no pudieron decir que el "rito celebratorio" no les gustaba. El dijo NO, y nos mostró a la dirección del colegio y a los apoderados que las viejas prácticas de la "masculinidad" son hoy estúpidas e inaceptables. Como colegio y apoderados tenemos muchas lecciones que aprender para que esto no ocurra más.
Cristián Valdivieso

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Es interesante observar cómo en algunas horas este artículo de medio año se transformó repentinamente en uno de los más comentados del sitio. Sólo ese dato nos puede dar indicios de la importancia del tema, al menos para varias familias.

Sin embargo, hay algo que particularmente me llama la atención: el deseo de muchos de los que escriben de que "el colegio" dé una respuesta.

¿Quién es "el colegio"? Según mi punto de vista, primero que nada son los niños. Luego, las familias, los profesores y el equipo directivo, sin olvidar al personal administrativo. Cada grupo con sus intereses, con su particular mirada sobre lo que ocurre en el lugar físico, con experiencias, opiniones y vivencias diversas y a veces antagónicas.

Si bien al parecer los directores en persona no se han manifestado aun (al menos por este medio, que ya han usado en otras ocasiones), podemos observar en realidad que varios de los actores mencionados han dado alguna respuesta en torno a este evento:

1. Los niños dicen que esto sucede hace tiempo y que no le gusta. Sin embargo, igual se sigue haciendo, igual participan. Y además han aprendido a callar.

2. Los padres han manifestado reflexión activa y sutil, al tiempo que angustia, pena, molestia, deseos de que esto se tansparente más y que se tomen medidas concretas que prevengan este tipo de situaciones.
...

Unknown dijo...

...
3. Los profesores y el personal administrativo no han opinado mucho (por experiencia sé que es un poco complicado. Además, es inadecuado en términos contractuales), pero según lo que se lee, el involucrado manifestó que esto era una costumbre y que así los niños aprenden a recibir golpes (¿?)

4. El equipo directivo dio como respuesta que aunque no estaba de acuerdo, son "cosas que pasan". Que al parecer esto se justificaría en una especie de aprendizaje de humildad (¿será que se entiende como "humildad" lo mismo que "sometimiento"?)

En cuanto a "las medidas", el CEPACE realizará acciones, que habrá que ver cuáles son; los padres iniciaron la reflexión e intercambio públicos a través de este medio; la dirección recibió a una de las dos mamás que pidieron entrevista (50%) y con el profesor ofrecieron disculpas y prometieron al niño que esto nunca más pasaría...

¿Y los niños? Bueno, estamos tan acostumbrados a que a los niños casi nadie los escuche... ¿Por qué no hacerlos protagonistas en este proceso de reflexión, búsqueda de respuestas y toma de medidas? A final de cuentas, lo que se resuelva (o no) será vivido (o sufrido) en primera instancia por ellos.

El costo de vivir ese proceso con ellos es tener que escuchar, recibir cuestionamientos, desarrollar la paciencia, estar dispuestos a estar equivocados y que eso se haga evidente, aprender a preguntar y por sobre todo, a observar. El costo es también soltar un poco el control y aprender a confiar. Y aquí, mágicamente, llegamos a los fundamentos del enfoque Montessori.

¿Estará "el colegio" en condiciones de profundizar en ellos?

Saludos,

Pablo Torrealba

Anónimo dijo...

Primero que todo, Tomas es un valiente!!!.
Esto es realmente lamentable, pero quiero pensar en positivo e imagino que lo que está enfrentando Tomas y su familia marcará un precedente en la manera de abordar cualquier tema que se asocie a la seguridad, dignidad y bienestar de nuestros hijos.
Creo determinante, por una parte, la unidad de los padres frente a un caso que con un mínimo de empatía entendemos que nos afecta eventualmente a todos, y por otra parte, las reacciones que la dirección tome de manera ejemplificadora, esperando una señal que permita mantener la confianza en el colegio de papas y sobre todo de los niños, de que serán respetados y protegidos en cualquier caso de abuso, maltrato o humillación.

Alejandro Dumay

Anónimo dijo...

Claramente este no es un medio oficial del colegio y es la razón por la cual "el colegio", como alude irónicamente el ex profesor Pablo Torrealba, no se había manifestado. Sí puedo expresar brevemente que dentro de lo lamentable de la situación para Tomás, la Dirección ya tomó las medidas correspondientes con los involucrados para que esto no vuelva a suceder. Pero de que es un hecho aislado, lo es, porque independientemente de la "encuesta de opinión" realizada por la mamá de Tomás no hemos escuchado a nadie más que haya dicho "sí, sí, ahora que recuerdo, a mi hijo también le pasó algo así hace 2, 3 ó 5 años atrás." Es más, es común ver padres presenciando los entrenamientos y me parece curioso que todos los opinantes (la mayoría con hijas mujeres) acepten sin cuestionamiento la versión descrita en ese blog del bautizado "rito", del cual nosotros contamos con otra muy distinta.
Ahora, claramente hay padres y padres, y hay que convivir con todos. Pero de ahí a considerar "la comunidad" al pequeño grupo de 28 personas que están suscritas a este blog, me parece que no va al caso. Menos aún si la mayor parte de las personas que invitan a "reponer la confianza en el colegio" merecen ciertas dudas por su historial de permanente confrontación con la Dirección, generalmente por un exceso de celo frente a las más diversas materias.
Hay conductos regulares que permiten en forma rápida y eficiente resolver eventos como el sucedido, pero este blog no hace más que enturbiar innecesariamente nuestro trabajo. Que Consuelo Oltra afirme que a la dirección no le interesa el tema porque se le indicó que hablara con el responsable directo, tal como sugieren los conductos del colegio, es bastante desafortunado.

No podemos compartir la justificación que Loreto dice haber recibido del profesor, ya que nada justifica poner en esta situación a un niño. Pero ciertamente que los mismos opinantes han puesto el problema de Tomás como secundario, enfocándose más en atacar la credibilidad de la institución toda y cuestionando incluso el privilegiado espacio que tienen nuestros alumnos niños para expresarse.
No puedo más que estar en desacuerdo con despertar suspicacias donde no corresponde y con extrapolar este hecho puntual a todos los ámbitos del colegio.

Cristian Ernst

CEPACE dijo...

Como en otras ocasiones, les queremos pedir a todos los participantes del blog, y en particular al autor del anterior que cumplamos con las normas de este espacio de identificarse con su nombre completo y curso del niño para mayor transparencia y responsabilidad. Las participaciones anónimas corren el riesgo de ser borradas. Atentamente, el moderador.

Antonino Corral dijo...

Estimados padres,madres y niños(as) del colegio, me dirijo a ustedes en virtud de lo publicado.
No pretendo defender a Bernardo, pero si creo que es justo tambien indicar algunas cosas:
Mi hijo Felipe juega futbol y nunca hemos tenido problemas, amigos de mi hijo juegan y nunca han tenido problemas, mi hija juega futbol y nunca ha tenido problemas, salvo situaciones propias del futbol; un DT, un jugador, una instruccion,una posicion de juego en que no estamos de acuerdo, una instruccion en la que no estamos de acuerdo, un "reto" en el que no estamos de acuerdo, etc etc, pero propios de este deporte.
Debo si indicar y recogo los comentarios de la ultima publicacion en que esto es una equivocacion, y que dicha equivocacion en niños pequeños o no tan pequeños no es bueno y se debe terminar de inmediato. Creo que Bernardo nunca ha tenido malas intenciones y que hasta ahora no se cuantifica esto, por otro lado hay que llevarlo al real entorno, ha sido sólo en el futbol, y sólo en cumpleaños, por lo que no es algo habitual en ocurrir tampoco, no nos olvidemos de los famosos manteos, para algunos no es bueno tampoco y pasa hasta en las mejores familias, pero nunca mal intencionado.
En partidos de competencia se han generado ambientes y vinculos importantes entre padres, madres y jugadores(as) que distan mucho de estar frente a una persona maltratadora, todo lo contrario, han sido muy buenas experiencias como grupo.
Yo y otros papas jugamos futbol los dias jueves en que juega Bernardo, hablaremos probablemente con el reforzando esta equivocación y yo en particular lo haré; Además esto ha ocurrido en entrenamientos donde otros papas lo deben haber visto y pasó desapercibido, es decir, sería bueno analizar el porqué nadie lo notó antes o nadie le dio importancia.
Tambien he sabido de padres que han solicitado de su intervencion entre los niños cuando algunos han molestado a otros, dentro y fuera de la cancha, y él ha tomado cartas en el asunto, y lo ha hecho adecuadamente generando el ambiente de camaradería que debe existir siempre.

Saludos,

Antonino Corral.

Barbara Modinger dijo...

Me parece profundamente lamentable la situación vivida por Tomas, lamentable escenario y experiencia. Espero el señor profesor entienda con lo vivido lo que significa trabajar con niños pequeños, todos cometemos errores, algunos que dejan mas huellas que otros y creo este es un punto de partida para no volver a incentivar el mismo error y poder poner atención en otros latentes, es parte de un verdadero crecimiento de una comunidad.

Barbara Mödinger

J. dijo...

Estimados lectores.

En primer lugar, encuentro lamentable que Tomas se haya sentido mal por la situacion ocurrida. Estoy seguro de que el fin de este llamado "rito" no es hacer sentir mal a los niños, por lo que claramente hay algo que corregir.

En segundo lugar, yo asisto todos los sabados a ver mi hijo al entrenamiento de futbol, y me parece que Bernardo hace un excelente trabajo, en un entrenamiento donde se practica la disciplina y el respeto en un ambiente de confianza y camaraderia.

Todos cometemos errores, el asunto es ser capaces de mejorar y no volver a repetirlos, y en este contexto, creo que seria lamentable que Tomas se retirara del futbol por esta razon. Mas aun, creo que seria otro error.

Por ultimo, los invito a seguir trabajando en lo que esta bien y buscar la manera de cambiar lo que esta mal. En este caso el error fue reconocido, por lo que estoy seguro de que se tomaran las medidas del caso.

Un abrazo
Jorge Carrasco

Anónimo dijo...

Me gustaria mucho que la persona del comentario antepenultimo se identificara. Como el dice, puedo llegar a aceptar que estas cosas lamentablemente a veces se dan, que fue un error, que esto no es Bulling, ni que hubo un personaje que golpeo niños, y que tampoco hubo intencion. E incluso puedo concordar en que esto quizas se ha desbordado, pero lo que no puedo aceptar es que usted opine y "no vea mas que una conversacion entre colegio y profesor..." le pregunto a usted.. y mi hijo? requerira de alguna conversacion? lo envio a conversar con usted?
atte
rodrigo sanchez

TuBisuteria Insumos dijo...

Estimados

he leído atentamente los comentarios y sin duda el acuerdo común es que la situación es desafortunada, pero siento que se ha perdido el horizonte en cuanto a lo verdaderamente importante, que es la capacidad humana de errar y enmendar y que a través de este proceso seamos mejores personas.

Tomas ha vivido una situación muy compleja, y hasta donde yo se, esta situación no volverá a suceder, pero me parece que es mas trascendente que él logre reconstruir la confianza que a perdido. Que sepa y entienda que los adultos no somos omnipotentes y que nos equivocamos, pero que cuando los errores se admiten con humildad y pesadumbres es posible rearmar los afectos y enmendar los errores.

Bernardo es entrenador de dos de mis hijos, uno de ellos desde primero básico, mi experiencia es que el compromiso, preocupación y cariño que pone es incuestionable. Y no tengo dudas de que él sabe que este suceso ha sido mas que penoso, menos dudas tengo, en pensar que él sabe que su tarea hoy, es velar por que Tomas sane en la relacion de confianza y afectos por ellos construida. Tremendo error sería que Tomas se retirara de la escuela de futbol, tiene que necesariamente cerrar el circulo.

Tengo confianza que como comunidad humanista y cristiana sabremos acoger a los involucrados y resarcir la situación sobre todo que tras estos hechos siento, que no hubo malas intenciones.


Lucia Salvatierra

Anónimo dijo...

Encuentro lamentable la desagradable situación que vivió Tomas, de verdad entiendo la pena que sintieron los padres.
Creo que sin duda Bernardo cometió un error y ha sido muy desatinado de su parte realizar esta práctica pero no creo que su intención final hubiera sido maltratar o agredir, no midió consecuencias o nunca se cuestionó si era correcto o no. Creo que al pedir disculpas habla de la capacidad de querer cambiar y enmendar el error para que nunca más se vuelva a repetir, esto servirá de experiencia para el profesor, colegio y padres.

Espero que Tomas supere la pena y se sienta acogido en fútbol. Confio en la capacidad de Bernardo de mejorar esta situación.

Saludos
Carmen Gloria García

Anónimo dijo...

Muchas gracias Lucia por el comentario, eso es, que esto jamas vuelva a producirse y que el Tomas recupere la confianza.
Yo realmente creo que es un hecho aislado y sin intenciones, pero no por ello menos grave
rodrigo sanchez

Juan Eduardo Burgos dijo...

Es obviamente un error lametable, que entiendo ya ha sido eliminada esa practica, ya que tal como indica Antonino Corral, es algo que viene desde hace tiempo y nadie ha reclamado anteriormente, entiendo esto ya no se va a repetir.

Debo tambien mencionar los inumerables momentos gratos que hemos pasado cuando nuestros hijos han participado en sus partidos de los sabados, sobre todo la preocupación de Bernardo en que todos participen.

Los niños nos levantan temorano los sabados y les aseguro es un % de asistencia muy alto, lo que quiere decir que para los niños es un momento grato y de mucha confianza.

Mi hijo asiste feliz junto a sus amigotes del futbol y con su Profe, los Papas hacemos lo mismo los jueves.
Juan Eduardo Burgos.

pdiazr@fundacion-equitas.org dijo...

Avalar o desacreditar el hecho que generó esta polémica haciendo defensas o ataques individuales, descalificando no sólo las opiniones sino a las personas que las emiten es la mejor forma de terminar con la reflexión de fondo. Así se transforma lo que algunos pensamos era una oportunidad para el aprendizaje en una ridícula guerra de egos de la que nadie sacará nada en limpio. Entiendo que participar en la comunidad escolar no es sólo ir a los eventos festivos y a las reuniones de padres, también es compartir opiniones fundadas en un marco de respeto y apertura. Si la dirección estima que ya tomó las acciones necesarias con los involucrados –limitando esta categoría al profesor y al niño protagonista- y hay quienes interpretan como confrontacional cualquier visión distinta a la propia, incluso si apunta a usar estas situaciones para mejorar nuestras prácticas y dar ejemplo a nuestros hijos, los “hechos aislados” seguirán hilvanando mensajes contradictorios que deberemos enfrentar individualmente. No es malo recordar que “comunidad” es más que una suma de individuos, sean 28 o 500.
Saludos,
Pamela

isilva dijo...

Que

Paola Ferraris dijo...

Por favor, esto no es un ataque al colegio, son nuestras sinceras emociones y opiniones con respecto al tema. El respeto por los demás ha sido siempre un tema central en nuestra comunidad y uno de los principales valores que les entregamos a nuestros hijos; así como el derecho a decir lo que pensamos. No hemos pedido más que una respuesta tranquilizadora y comprensiva. Sólo eso...
Creo en la buena intención de los que dieron a conocer este hecho y en su derecho a hablar sin que se les descalifique por ello.
Sabemos que este colegio es un refugio, una burbuja para muchos; estaremos malacostumbrados a que nustros hijos sean tratados de la mejor forma? A que manifiesten sus deseos, temores, sentimientos? A que tengan confianza plena en sus pares y profesores? Definitivamente quiero seguir malacostumbrada, creo que vale la pena.
Saludos a Todos
Melissa Ferraris

Anónimo dijo...

Sr. Director y apoderados interesados,
Creo que se ha malentendido todo. Respecto a mi comentario, pero  creo representar a varios de los participantes del blog, quisiera  aclarar lo siguiente:
1. Este canal es para compartir cosas positivas y otras mejorables,  en la politica de construir un mejor colegio, obviamente estamos contentos con muchisimas cosas del colegio, de lo contrario no podriamos ser tan inconsecuentes de pagar para que nuestros hijos se eduquen ahi .
2. Cuando me refiero al colegio y la postura que toma frente a este  tema, quiero decir los niños, apoderados, profesores, coordinadores  y directivos. ( no es bueno tomarse las cosas personales).
3. Si bien la direccion es un actor fundamental, no es lo mas importante. Es cierto que la respuesta ideal hubiese sido solamente "no estamos de acuerdo con ese tipo de trato a los alumnos y  haremos nuestros mejores esfuerzos para que no se vuelva a repetir en ninguna otra area", es mas importante saber la postura de los profesores y apode rados, ya que si estos consideraran estos hechos como justificables  o admisibles, seria una postura "del colegio" mucho mas desidora. Es por esto que este medio de comunicacion es el mas valido de todos,  ya que cuando quiera conocer la postura de una persona en particular haré llegar un correo con nombre y apellido.
4. Creo que no es relevante tener un hijo hombre o mujer para opinar sobre los valores que les entregamos.

Alejandro Dumay

CEPACE dijo...

Estimados lectores y participantes, quisiéramos solicitarles la difusión del comunicado que hemos realizado como nueva entrada en nuestro blog acerca del tema que se ha venido comentando en este espacio: http://bit.ly/gP1gr2

Muchas gracias

LA DIRECTIVA