13 de octubre de 2006

Sobre antenas y filosofías

El día jueves 12 de octubre, se confirmó oficialmente un rumor que venía haciendo eco entre los padres del colegio hace algunos días a partir de una conversación de pasillo: la dirección del Epullay tiene el serio interés de instalar un antena de celular dentro de los límites del colegio, con el consiguiente alto beneficio económico y en servicios (ej: iluminación gratuita), que ofrece la empresa proveedora. La eventual decisión del colegio descansa en la argumentación de que, en base a informes científicos recabados, que avalan los efectos inocuos para la salud de los que se encuentran a corta distancia de estos aparatos, los beneficios superarían con creces las aprehensiones infundadas.

Personalmente, creo que aquí quedan de manifiesto dos temas que deben separarse a la hora de abordarlos como apoderados de este proyecto educativo:

1. la forma errática en que el colegio está manejando este caso de naturaleza conflictiva, que se "destapó" de manera de rumor dentro de nuestra comunidad educativa, y que se tradujo en un inmediato conflicto que incentivó reacciones aprensivas y la falta de un diálogo sereno y fundamentado. A varios papás y mamás con que he conversado del asunto no nos parece que en forma arbitraria se le baje el perfil a temas que, más allá de los ámbitos de decisión, son de pertinencia de todos los actores de un proyecto educativo. El Epullay no es en concepto una empresa y nosotros los clientes que nos tenemos que atener a lineamientos unilaterales bajo criterios comerciales.

2. la inconsecuencia de una decisión con respecto a una filosofía por la cual optamos como alternativa de formación para nuestros hijos. El considerar que el fin (en este caso los beneficios prometidos) justifica los medios, aunque estos últimos acojan al menos una lejana duda sobre su inconveniencia para la calidad de vida de los chicos, se desdice con todas las iniciativas que el colegio impulsa inspirados en valores como la ecología –basureros reciclables, alimentación saludable, etc.–, el libre discernimiento, el respeto al prójimo y tantos otros. El tema de las implicancias de las ondas electromagnéticas sobre la salud, lejos de estar zanjado, sigue dando cabida a nivel mundial a un debate, al cual no estamos ajenos. Así como hay informes que desacreditan los temores de la población, los hay los que los confirman. No podemos esperar, ante la duda, años de experimentación sobre nuestros hijos para luego darnos cuenta de posibles consecuencias que tuvo el tema sobre su salud, como sucedió en efecto, hace 30 años con el tabaquismo.

El tema medular en cuestión, a mi parecer, no es quién aporta más antecedentes científicos para imponer una postura –cuestión necesaria para la discusión–, sino qué proyecto de comunidad y tipo de relaciones estamos construyendo. Por un lado me preocupa que la dirección siga subestimando el rol de los padres en ciertas decisiones que son relevantes (no todas son necesarias de socializar) y los mantengan al margen, y por otro, que existan padres que mantengan una permanente actitud confrontacional con la dirección. He sabido de apoderados que ya estarían recurriendo a los matinales televisivos para hacer la denuncia de la antena o con la intención de movilizar a los vecinos contra el colegio. Me parece inadecuado y contraproducente si ni siquiera hemos establecido un diálogo abierto y argumental con la dirección.

Apelo a nuestra responsabilidad como apoderados miembros de una comunidad formativa, que a parte de la dirección, incluye a los alumnos, profesores y administrativos, para llevar a cabo una estrategia sensata y no sólo encaminada a hacer valer nuestros puntos de vista, sino también a cuidar un clima de fraternidad que permita llegar a acuerdo en temas controversiales.

Los invito a participar en este debate en términos constructivos, fundamentados y respetuosos. No está demás decir que no todos los papás pensamos igual, y que es importante tener estas instancias de diálogo –como este blog– para llegar a acuerdos que recojan un sentir mayoritario, y así plantearse frente a la dirección de manera informada e coordinada.

Creo que en este caso vale más que nunca la premisa de que Lo Cordial no quita lo Valiente.


Gabriel Valdés
Delegado de Curso Taller 2B


PS. En la sección de páginas webs recomendadas comenzaremos a colocar link que nos informen al respecto.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

que triste, es una inconsecuencia gigante.

Anónimo dijo...

Muy buen artículo sobre el Celullay, tienes toda la razón en cuanto a que los argumentos científicos están divididos, pero en los últimos años la división es cada vez mas notoria entre la literatura con respaldo institucional o gubernamental que niega los problemas a la salud y una abrumadora mayoría en los medios independientes en que se señalan diversos efectos sobre la salud tanto humana como sobre la flora y fauna colindantes. Felicitaciones Gabriel!

Anónimo dijo...

Estimado Gabriel:
comparto profundamente contigo la invitación a realizar un debate constructivo y respetuoso, sin embargo, me sorprendió que acompañaras este llamado con una tergiversación del logo del Colegio, lo cual, en mi opinión, va en sentido contrario...
saludos,
Susana Pascual.

Anónimo dijo...

Susana
La imagen que aparece no es de mi autoría y me pareció poner una nota de humor que trasluzca el problema de fondo con respecto a nuestra filosofía. lamento, no obstante haber herido alguna sensibilidad absolutamente comprensible. No era la intención.
Saludos

Gabriel Valdés